Alerta, alerta… En quiebra exacta con el mundo se difumina hoy tu esencia.
Abrazo el clamor de tu sonrisa, y tu fuerza me llega desde lejos.
No hay lágrimas, ni silencios, brotan palabras allí donde el rugido de lo incierto
comenta que te has ido, ¿para siempre?
¿No veremos quizá ninguno la estación florida, ni nuestros ojos tendrán
su brillo, consagrado esta vez a tu abandono?
Estás tú aquí, vital, imperecedera, constante, feliz, no taciturna, alegre siempre,
siempre alegre, como la primavera.
…Por aquellas sonrisas compartidas…